Con esas palabras, «Venid y veréis», respondía Jesús a los discípulos que le preguntaban dónde vivía (Jn 1, 38-39).
Pues bien, también muchos de los que abrís estas páginas os preguntáis cómo se vive la Semana Santa en Granada. Y desde estas páginas virtuales que la Real Federación de Hermandades y Cofradías de Semana Santa de la Ciudad de Granada pone a disposición de todos los que quieren acercarse a nuestra Semana Mayor, y en nombre de todos los cofrades de nuestra ciudad a los que representa, yo quiero realizar una invitación sencilla y directa: «Venid y veréis».
A quienes no la habéis vivido nunca; a los que la vivisteis en su momento, y quereis reencontraros con ella; a los que os acercáis por curiosidad, deseosos de saber por qué merece el título de Interés Turístico Internacional; a quienes ya conocéis muchas de sus facetas, porque os pica ese ‘gusanillo’ de lo cofrade…: a todos, como Presidente de esta Federación, os invito desde estas páginas: «Venid y veréis».
Veréis a una ciudad que durante ocho días, ocho magníficos días, se vuelca sobre las antiguas aceras de calles por lo habitual recoletas, para desbordarse y demostrar que en esta ciudad cabemos todos; veréis petriles de Darro y Genil con gentes de toda edad encaramadas para ver pasar a sus Sagrados Titulares; veréis arcos nazaríes y renacentistas que parecen agrandarse para que ni una flor de los Pasos sufra al atravesarlos; veréis las más hermosas tallas de la escuela granadina reflejadas en los ojos llorosos de sus devotos, que pueden contemplarlas, un año más, a la luz del día mientras sus labios rezan una plegaria…
Pero, especialmente, veréis a todos y cada uno de los cofrades de esta ciudad vivir lo que es la Semana Santa en Granada junto a sus Sagrados Titulares: ya sea con la fortuna costalera de llevar su Paso, con la elegancia femenina de la sacrificada mantilla, o con la anónima intención de quien reza bajo el capillo…; cualquiera de ellos, estoy seguro, os hará entender las miles y miles de razones que nos sacan a las calles a los cofrades granadinos durante nuestra Semana Santa.
Así que, como esa vivencia es verdad que no me cabe en estas páginas, solo me queda volver a deciros: «Venid y veréis».
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