Ciclo Piano con sabor 2018
Programa:
B. Storace (ca. 1637-1707), Ciaccona
M. Rossi (c.1600-1656), Partite sopra Romanesca
A. Scarlatti (1660-1725), Variazioni sulla Follia di Spagna
L. Couperin (1668-1733), Chaconne La Complaignante
J. S. Bach (1685-1750), Ciaccona de la Partita nº 2 en Re menor para violín, BWV 1004 (transcripción actual de Lars Ulrik Mortensen)
G. F. Haendel (1685-1759), Chacona en Sol menor
C. Ph. E. Bach (1714-1788), 12 Variaciones sobre la Folia de España
G. Ligeti (1923-2006), Hungarian Rock (1978)
Roberto Sierra (n.1953), Montuno en forma de chacona (2017)
La propuesta de la clavecinista zaragozana Silvia Márquez para el ciclo “Piano con sabor” del Auditorio Manuel de Falla no puede tener un marco más idóneo, pues nos ofrece una travesía para los sentidos; una degustación de sonidos españoles y latinos desde la perspectiva de compositores internacionales, combinados con los ricos colores del clave. El concierto, que combina una exquisita selección de piezas de compositores de indiscutible renombre con otros a los que el tiempo condenó a la ingratitud del olvido, es una muestra de los procesos transculturales que parten del siglo XVII, guiándonos por el Barroco europeo, para concluir en el siglo XXI. Un viaje tal de similitudes y transformaciones no podría desarrollarse de manera más adecuada que a través de los temas con variaciones, a saber, la chacona, la folía y la romanesca. Tres formas musicales que entroncan con el Renacimiento español, florecen por toda Europa en el Barroco, y se revisitan en el XX y XXI. La chacona surge aparentemente en Hispanoamérica, popularizándose en España en el siglo XVII vinculada al teatro del Siglo de Oro. De aquí se exporta a Italia, donde encontramos la primera pieza de nuestro programa: la “Ciaccona” de Bernardo Storace (fl. 1664), de cuya vida y obra poco se conoce. A continuación, las “Partite sopra la Romanesca”, atribuidas a Michelangelo Rossi (n. Génova, ca. 1601/2; m. Roma, 1656), reputado violinista y organista que compuso en los tres grandes géneros de la época, ópera, madrigal y tocata para tecla. La romanesca, si bien de origen incierto, se encuentra por primera vez citada como esquema de variaciones para vihuela en en XVI español en Tres libros de musica en cifra para vihuela (“Romanesca, o Guárdame las vacas”) de Alonso Mudarra, y Los seys libros del Delphin de Luis de Narváez. Con Alessandro Scarlatti (n. Palermo, 1660; m. Nápoles, 1725), cuya extensa obra instrumental ha quedado eclipsada por su prolificidad en el terreno operístico, hacemos un alto en sus “Variazioni sulla Follia di Spagna”. Las primeras evidencias de la folía aparecen en el siglo XV vinculadas al teatro en Portugal y España, así como en el Cancionero de Palacio referido a una manera frenética de bailar y tocar. Será en el siglo XVII, con Jean Baptiste Lully en la corte de Versalles, cuando adopte su estructura melódico-armónica característica sobre un ritmo más calmado y refinado adaptado al gusto cortesano. A partir de entonces, el modelo será imitado en Inglaterra, Italia o España, incluyendo ya en sus títulos el origen español, por compositores como Marin Marais, Corelli, Handel o Salieri, entre otros. En la siguiente pieza que se interpreta, la “Chaconne La Complaignante” de Louis Couperin (n. Chaumes-en-Brie, ca. 1626; m. París, 1661), reputado clavecinista por sus chaconas y pasacalles, se aprecia una transformación estilística con respecto a la de Storace, que al igual que la folía, se refina, engrandece y ralentiza, y como todo lo proveniente de la Francia de Luis XIV, se imita en Europa. Con este autor se instaura la escuela clavecinista francesa continuada por su hijo François Couperin. De Johann Sebastian Bach (n. Eisenach, 1685; m. Leipzig, 1750), siguiente compositor de nuestro concierto, se nos presenta una chacona de gran dramatismo y emoción en la que los especialistas ven una tombeau dedicada a su mujer fallecida poco antes de su composición. Además contiene numerosos elementos enigmáticos que aún hoy son objeto de estudio, pues Bach acostumbraba a incluir mensajes cifrados en su música. Hilando con la pieza anterior, Bach incluye ya la chacona, por influencia de los ordres de François Couperin, como movimiento de un compendio de danzas: la suite o Partita para violín nº. 2 en Re menor, que Silvia Márquez interpretará en un arreglo para tecla de Lars Ulrik Mortensen. Por oposición, de George Frideric Handel (n. Halle, 1685; m. Londres, 1759), coetáneo de Bach y siguiente compositor del programa, nos podremos deleitar con el inconfundible sello del inglés de adopción en un alarde de dominio de la expresividad y del virtuosismo del teclado. Con la llegada de la Ilustración y las nuevas teorías estéticas que sustituirán la racionalización de los sentimientos del Barroco por un razonamiento más ligado a los sentidos, Carl Philipp Emanuel Bach (n. Weimar, 1714; m. Hamburgo, 1788) se erige como adalid del Empfindsamer Stil en un estilo transitorio hacia el Clasicismo, abandonando el contrapunto recargado y dando mayor protagonismo a la línea melódica, sobre la que proyecta una mayor concentración expresiva con esquemas dinámicos y rítmicos breves. Podremos apreciarlo en sus “12 Variaciones sobre la Folía de España”, a la que da un carácter improvisatorio muy personal. Durante los siguientes doscientos años, estas formas de variación decaerán en favor de otras de gusto más romántico, y habrá que esperar a las vanguardias del siglo XX que, deconstruidos los elementos de la música tradicional, volverán la vista atrás para encontrar los marcos formales sobre los que componer las nuevas músicas. En este contexto, György Ligeti (n. Târnăveni, 1923; m. Viena, 2006) compone “Hungarian Rock”, tomando la chacona como modelo e incluyendo referencias estructurales del rock y el jazz con un discurso renovado. Con Roberto Sierra (n. Vega Baja, 1953), discípulo de Ligeti y recientemente galardonado con el XVI Premio SGAE de la Música Iberoamericana Tomás Luis de Victoria, finaliza este viaje de cuatrocientos años. Nos seducirá con su novísimo “Montuno en forma de Chacona”, compuesto para Silvia Márquez por encargo del Festival de Música Española de Cádiz y estrenado en dicha ciudad en 2017. El compositor puertorriqueño incorpora sus raíces caribeñas al lenguaje contemporáneo en un proceso de “tropicalización” que caracteriza su estilo. En definitiva, un exquisito y variado programa para los sentidos, lleno de gusto y color, que seguro dejará muy buen “sabor” de boca.
Notas al programa de Carlos Granados Dueñas
Precio: 6 € más gastos de gestión
Más información: web del Auditorio Manuel de Falla
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